CONTEMPORARY  FAITH

Es por todo esto, que el autoritarismo Chino encabeza el mayor internamiento masivo y genocidio de un grupo minoritario étnico-religioso desde la Segunda Guerra Mundial. Los campos de concentración son el ejemplo más extremo de las políticas inhumanas de China contra los uigures, pero toda la población está sujeta a políticas represivas. China ha utilizado la vigilancia masiva para convertir a Xinjiang en un estado policial de alta tecnología. Los uigures dentro y fuera de los campamentos son explotados para obtener mano de obra barata, obligados a fabricar ropa y otros productos para la venta tanto en el país, como en el extranjero. El New York Times reveló en julio de 2020, que algunas máscaras faciales de fabricación china que se venden en los Estados Unidos y otros países se producían en fábricas que dependían de la mano de obra uigur. Otra investigación reciente encontró evidencia de que las autoridades chinas sometieron a las mujeres uigures a esterilizaciones masivas, obligándolas a tomar anticonceptivos o abortar y colocándolas en campos si se resisten. Algunos han argumentado que este intento de controlar a la población uigur cumple con la definición de genocidio de las Naciones Unidas. Sin embargo, el gobierno autoritario chino miente al afirmar que los campamentos son centros vocacionales y de formación, y que están enseñando a las personas habilidades laborales. Ha justificado la opresión en Xinjiang como un intento de reprimir el terrorismo y el extremismo que emana del movimiento separatista uigur. Han habido incidentes de disturbios violentos durante años, incluidos algunos ataques terroristas mortales, y al menos un grupo extremista uigur en la región, el Movimiento Islámico de Turkestán Oriental, tiene vínculos con al-Qaeda y el movimiento yihadista global. Pero la mayoría de los expertos dicen que la represión y el sometimiento de millones de uigures por parte de Beijing es desproporcionado con respecto a la amenaza terrorista comparativamente menor en la región. A medida que se revelan más y más informes de las atrocidades que ocurren en Xinjiang, la comunidad internacional está lidiando con cómo castigar a China por sus abusos.